Impuestos sobre bienes ambientales - ¿apocalipsis ahora?

Reflexiones de Georg Riegel a finales del 2019 - un año marcado por la política medioambiental.

El año 2019 fue especialmente emocionante, con avances fascinantes por un lado y problemas cada vez más urgentes por el otro.

El año 2019 se caracterizó por:

  • Enorme progreso tecnológico, una vez más - notablemente también en el portafolio de deZem:
    • Nuevas tecnologías con gran potencial en el área de sensores
    • Expansión de la Plataforma para asistir en la automatización remota
    • Tecnología inalámbrica LoRaWAN (ver artículo arriba)
    • Uso de la inteligencia artificial para el "mantenimiento predictivo" (más información en el próximo Newsletter)
  • Tensiones globales - de las cuales una gran y creciente proporción se debe a problemas ambientales, como lo ejemplifica:
    • La trágica destrucción ecológica en la cuenca del Amazonas, Australia, Asia, etc. - en gran parte por incendios intencionales
    • Proclamación de la emergencia climática por parte de la Unión Europea
    • Grandes demostraciones climáticas en todo el mundo y, al mismo tiempo, la falta de consenso sobre medidas efectivas y amplias para frenar o revertir el cambio climático.
    • Introducción de impuestos sobre el CO2 en Alemania y en otros países - aunque bastante tímidos y los ingresos todavía no son devueltos a los ciudadanos de una forma automatizada - un requisito esencial para que esta solución se pueda aplicar a gran escala.
    • Fracaso de la conferencia mundial sobre el clima COP 25 en Madrid

¿Se pueden combinar estas grandes oportunidades y riesgos para dar soluciones reales? Sin duda alguna! Pero se necesita coraje y consenso sobre los objetivos y la metodología.

Probablemente la única solución realmente efectiva en un mercado dado es el aumento de la imputación de los bienes relevantes para el medio ambiente como el carbono fósil, los metales pesados y otras sustancias extraídas de los yacimientos. El tipo de uso de la tierra y del agua también podría incorporarse muy bién en este tipo de solución - siempre resguardando la neutralidad fiscal.

Las tecnologías modernas de monitoreo en tiempo real y el procesamiento de datos en plataformas de IoT - como la deZem - podrían apoyar los procesos necesarios de manera transparente y coherente. Si los ingresos fiscales se redistribuyeran de forma completa y uniforme a todos los ciudadanos en forma pareja, entonces el sistema sería automáticamente muy beneficioso para los hogares de bajos ingresos. Posiblemente tanto que incluso los sistemas muy burocráticos de seguridad social podrían ser parcialmente reemplazados por este sistema. Por supuesto, hay que resolver los temas controversiales en relación con el comercio mundial. En particular, una posible necesidad de aranceles comerciales para los bienes cuyos costos de producción se vuelven muy diferentes debido a los impuestos ambientales diferentes en cada mercado. Pero aún así parece difícil imaginar una alternativa a este tipo de solución que implique menor esfuerzo o mayor efecto. Lo esencial es que nos pongamos a buscar una solución. No con huelgas o protestas bastante difusas, sino en serio.

Usted se pregunta cómo pueden los sensores monitorear automáticamente, por ejemplo, el tipo de uso de la tierra, de manera que esto pueda resultar en una evaluación fiscal automatizada. Sin embargo, a mediano plazo, esto debería poder funcionar realmente. Dos enfoques posibles:

  • Vigilancia global continua de la superficie terrestre por satélite - ¡ya existen posibilidades muy interesantes!
  • A pequeña escala - por ejemplo en las ciudades y sus alrededores - pronto se podrían instalar sensores que midan no sólo la calidad del aire, sino también cantidades complejas como la biodiversidad: se "huele" qué tipos de plantas florecen en las cercanías, se "escucha" qué pájaros pitan y qué tipos de insectos zumban y se "ve" la heterogeneidad ecológica del entorno. La Universidad de Dortmund, en Alemania, ya está investigando sobre este tema. - No se descarta en absoluto que de ello se derive un indicador "facturable". Automatizado y a nivel nacional .

Si logramos alinear los precios de los bienes ecológicamente relevantes con la gran meta de resguardar un medio ambiente que vale la pena vivir, entonces grandes cosas podrán suceder sorprendentemente rápido - con un enorme potencial para las innovaciones y la economía. Esto ya ha sido probado muchísimas veces, a menor escala.

El debate público se centra mucho en los problemas medioambientales globales y poco en las soluciones efectivas. Los populares programas de subsidios estatales para coches eléctricos, sustitución de calderas de petróleo, etc. son caros, de pequeña escala y presumiblemente sólo una gota en el océano. Lo que deberíamos buscar en cambio es una solución integral de política ambiental. Una pregunta interesante para el 2020 puede ser ¿Existe alguna estrategia medioambiental más efectiva o menos costosa que la reestructuración paulatina y con estricta neutralidad impositiva? 

¿Estaría interesado en un ocasional intercambio de ideassobre política medioambiental?

Con estas preguntas y en nombre de todo el equipo deZem, le deseo a usted y a su familia una Feliz Navidad, unas vacaciones tranquilas, un feliz año nuevo y un 2020 orientado a las soluciones!

Mis mejores deseos - Georg Riegel

(CEO deZem GmbH)